La mansión posee una extensión de 1.100 metros cuadrados, mientras que el block de apartamentos posee cinco pisos y es completamente habitable. Ambas estructuras usaron una impresora 3D gigante y concreto líquido como material, el cual se dispuso de forma tal que se pudieron crear muros sólidos que no necesitan ser llenados por completo, como se ve en la imagen:
No es la primera vez que una organización intenta crear un recinto habitacional mediante una impresora 3D, pero quizás sí sea el proyecto más ambicioso. En 2014, un ingeniero en Ámsterdam comenzó a construir casas usando la misma tecnología, mientras que otras ideas a igual de extravagantes incluyen un automóvil que funciona y hasta un hígado humano que en el futuro podría convertirse en una solución médica revolucionaria.